Para ofrecer un servicio de calidad no es necesario contar con lujosas instalaciones o productos de precios elevados; con tener un lugar de trabajo limpio y ordenado, con un sentido estético agradable y utilizar productos de calidad comprobada, puede ser suficiente. Podemos ofrecer un buen servicio teniendo como base unos cuantos ingredientes que por cierto no tienen ningún costo extra, aquí te dejamos algunos tips para lograrlo:
SONRÍA
La cortesía es una llave que abre casi todas las puertas, una sonrisa al saludar nos predispone a una comunicación amable y positiva, lo cual tiende a llevarnos a obtener buenos resultados en nuestros propósitos. Hace un par de días una amiga y yo fuimos a comer a Los Hijos del Mar, un lugar donde siempre me he sentido muy bien atendido. Desde que llegamos uno de los meseros nos saludó con una sonrisa, como si fuéramos amigos; nos ofreció una mesa y de inmediato nos entregó los menús. Más tarde pasó a saludar por nuestra mesa uno de los gerentes o socios con la misma fórmula: sonrisa y saludo. Sin duda esta actitud nos hizo pasar un buen rato durante la comida, al final dejamos una buena propina y salimos de ahí pensando que regresaríamos pronto.
SEA PUNTUAL
La puntualidad es una señal de respeto y buena educación. Tanto llegar a tiempo a una cita, como cumplir con la fecha de entrega de un producto o servicio son señales que indican seriedad en los acuerdos además de respeto al tiempo de ambas partes. La imprenta que suelo contratar para trabajos en gran volumen recientemente me atendió para imprimir unas tarjetas de presentación que me eran urgentes, el encargado me dijo “pasa hoy por la tarde” y acostumbrado a que los pedidos toman más de un día le pregunté “¿seguro?” y me respondió que sí. Pasé a las 5 pm y mi pedido estaba listo y sin cargo extra. Pagué y me fui agradecido de tener un proveedor que cumple con su palabra.
RESPONDA SIEMPRE LO ANTES POSIBLE
Una llamada, un mensaje de texto o incluso una pregunta en redes sociales proviene la mayoría de las veces, de un cliente potencial; alguien que ya se tomó el tiempo de buscar nuestros datos porque le interesa nuestro producto o servicio. Cuando buscaba un departamento para amigos que visitarían pronto, hice algunas preguntas por Facebook y Airbnb, sólo recibí respuesta de un par de proveedores y claramente fue uno de ellos a quien le rente su casa. Si no respondes pierdes el cliente, punto.
SEA CLARO EN SU COMUNICACIÓN
Mientras más información ofrezca en su publicidad, en sus cotizaciones y en sus contratos menos malos entendidos habrá con sus clientes. Un amigo diseñador gráfico especifica claramente en su cotización que tengo derecho a hacer hasta tres cambios en su propuesta, a partir del cuarto cambio habrá un costo adicional cada vez. Perfecto, así me aseguro de que mi retroalimentación será tan clara que no me exceda del los tres cambios si tengo un presupuesto limitado.
CUENTE CON EQUIPO Y HERRAMIENTAS
Si ofrece un servicio que requiere de herramientas particulares lo mejor es tenerlas y si no se tienen, ir poco a poco invirtiendo en ellas. Lo mismo ocurre si ofrece un servicio que requiere de productos especiales. Por ejemplo, el plomero que viene a ayudarme con el mantenimiento del edificio donde rento siempre trae su caja de herramientas, yo le llamo “la caja mágica” porque de ahí saca lo impensable, aún cuando no sea para arreglar un desperfecto eléctrico él tiene una solución y si no la tiene, me dice “ deme una hora, yo lo consigo”. Nunca tengo que llamar a otro reparador.
OFREZCA ALTERNATIVAS
Algunas veces el cliente quiere algo más de lo que usted ofrece en su catálogo de servicios, y está dispuesto a pagar porque le demos una mano: si usted renta mobiliario para eventos y le preguntan si también se encarga de la decoración, siempre es bueno tener a la mano alguien a quien recomendar. El decorador se lo agradecerá y tal vez hasta le brinde una comisión por la recomendación. Entre prestadores de servicios lo mejor es crear una comunidad donde entre nosotros nos podamos recomendar.